Yinka Shonibare, CBE
Inglés-nigeriano, nacido 1962
Chica equilibrando el conocimiento III, 2017
(2018.1a-c)
Maniquí de fibra de vidrio, textil de algodón estampado con cera holandesa, libros, globo terráqueo, cuero, placa base de acero
Manteniendo el equilibrio sobre un pie con una tambaleante pila de libros en la espalda, esta chica parece estar haciendo lo imposible, aunque sea temporalmente. ¿Quién es ella? ¿De dónde es?
Vestida a la moda occidental del siglo XIX hecha con textiles “africanus,” su identidad es difícil de descifrar, al igual que el período en el que vive. Históricamente, estas telas se fabricaban en Europa utilizando técnicas indonesias de resistencia a la cera para venderlas en un mercado africano colonial, pero hoy se han convertido en un símbolo del orgullo panafricano. El uso que hace Shonibare de este material evoca las complejidades del pasado colonial y las interacciones e identidades interculturales de la actualidad.
El conocimiento que la niña equilibra está en la forma de literatura y volúmenes científicos en inglés de mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, lo que sugiere el dominio de la educación occidental. Esta referencia tiene una resonancia particular para Shonibare, quien asistió a escuelas occidentales en Lagos, Nigeria, antes de completar su educación en Inglaterra. Sin embargo, los escritores cuyos nombres marcan las constelaciones en la cabeza de la chica reflejan ideas de siglos y de todo el mundo. Mire cuidadosamente los detalles de su vestimenta victoriana, los autores marcados en el globo celeste de su cabeza y los títulos de los libros que equilibra para explorar su historia por sí mismo.
Pueblo Guna
Guna Yala (Panamá)
Mola: Jorge Negrete, Gallo, Elvis Presley, después de 1962
Algodón con aplicaciones reversas, apliqué, y bordados
Durante décadas, las Guna han traducido productos importados a diseños de mola, incluidas imágenes de alimentos envasados, anuncios, y cómics. La creadora de esta mola se inspiró en un álbum del cantante y actor mexicano Jorge Negrete (foto abajo). Una querida estrella de la época de oro del cine mexicano, Negrete era conocido como uno de los Tres Gallos Mexicanos junto con Pedro Infante y Javier Solís. Esta mola también muestra los movimientos de cadera del baile por el ícono del rock and roll estadounidense Elvis Presley.
Asi Cantaba Jorge Negrete – Vol. 1, RCA Records, 1962
Corita Kent
Estadounidense, 1918–1986
la vida es un asunto complicado, 1967
Serigrafía
Imprenta y editorial: Corita Kent, Universidad de Immaculate Heart, Los Ángeles, CA
Corita Kent utilizó la revista LIFE como fuente de inspiración visual y espiritual, aquí adoptó y transformó la tipografía y el rojo icónico del logotipo de la publicación. Combinó este nuevo título arrugado con citas de la cultura pop que sugieren que la vida es a la vez desafiante e inspiradora.
En ese momento, Kent era una hermana del Inmaculado Corazón de María y estaba interesada en cómo se podía modernizar el catolicismo a través de los medios. Llamó a la revista LIFE un “manual de contemplación” y la utilizó para meditar sobre las historias, el humor, y la sabiduría del mundo, tal como lo haría con las lecturas del evangelio y los sermones.
Keith Haring
Estadounidense, 1958–1990
Andy Mouse, 11/8/1985
Acrílico sobre lienzo
Keith Haring creía que su mentor, el artista pop Andy Warhol, había tenido un impacto en la cultura estadounidense tanto como Mickey Mouse. Creó una serie de obras que exploraban esta idea a través de Andy Mouse, un personaje parecido a Mickey Mouse que tenía el pelo desordenado y las gafas características de Warhol.
Tanto Haring como Warhol cuestionaron las divisiones entre el arte “elevado” y el “popular”. En la década de 1960, Warhol sorprendió al mundo del arte al usar la sopa Campbell como tema para su obra. Andy Mouse de Haring es similar en su declaración de que la cultura pop es un tema digno para el arte.
Ángel Suárez-Rosado
Estadounidense, nacido 1957
Cerca blanca, 2003
Objetos encontrados, madera, pintura
(2021.7a, b)
Nacido en Puerto Rico, con base en Easton, Angel Suarez-Rosado juega con las expectativas en su instalación Cerca blanca. Al acercarnos, vemos una cerca blanca que sugiere un ideal doméstico estadounidense sin complicaciones. Al pasar, nos encontramos con híbridos símbolos de violencia, dolor, y de gran poder espiritual.
Suarez-Rosado es practicante de la santería, una religión afrocubana que fusiona elementos de la fe yoruba de África Occidental con el catolicismo, y fue un medio para que los africanos esclavizados mantuvieran su identidad en las Américas. En su uso de objetos metálicos afilados, clavos, y herramientas, Cerca blanca reconoce a Ogún, el dios del hierro y la guerra en el panteón de las deidades yorubas. Los clavos martillados en la superficie de la cerca recuerdan a los nkisi, figuras de poder de África central cuyas figuras fueron el resultado tanto de creación por un escultor, como de uso por un sacerdote que usaba la figura para curar enfermedades, resolver disputas y castigar a los malhechores.
Roy Lichtenstein
Estadounidense, 1923–1997
¡Dulces sueños, cariño! del portafolio 11 Artistas pop, Volumen III, 1965
Serigrafía, edición: 200
Imprenta: Knickerbocker Machine and Foundry Inc., Nueva York, NY
Editorial: Original Editions, Nueva York, NY
En esta impresión, Lichtenstein replica los colores brillantes, los globos de diálogo, y el gráfico “POW” de un cómic de acción. Incluso pintó con plantilla filas de puntos que imitan los puntos Ben-Day utilizados en la impresión comercial—una elección que difumina la distinción entre su impresión de bellas artes y una caricatura producida en masa. Esta obra es un ejemplo de arte pop, que desafió las convenciones del mundo del arte a principios de la década de 1960 al tomar elementos de la cultura popular.
A. Bachman
Estadounidense, nacida 1957
Atrapada, de la serie Atracción/Repulsión, 1989
Impresión en gelatina de plata
En esta obra, Bachman reproduce la imagen de una joven arrojada de un hombre a otro, colocándola entre dos ideales de belleza femenina: Barbie y una modelo desnuda. Bachman se apropia de imágenes como estas de anuncios y medios de comunicación, combinándolas para crear nuevos significados. Aquí, el título Atrapada no solo se refiere a la acción en la imagen central, sino que también señala cómo las mujeres están atrapadas por estándares de belleza poco realistas y otras expectativas de género.
Petah Coyne y Kathy Grove
Estadounidense, nacida en 1953 y estadounidense, nacida en 1948
A la derecha inmediata:
Las verdaderas guerrillas: Los primeros años alias Élisabeth Louise Vigée Le Brun, 2015–2016
A la derecha extrema:
Las verdaderas guerrillas: Los primeros años alias Remedios Varo, 2015–2016
Impresiones pigmentadas de archivo
Coyne y Grove colaboraron en la serie Las verdaderas guerrillas: Los primeros años para documentar y honrar a las integrantes del grupo de activismo artístico feminista conocido como Guerrilla Girls. Fundado en 1985, este colectivo anónimo llama la atención sobre la discriminación racial y de género en el mundo del arte. Con máscaras de gorila y personajes históricos del arte, las Guerilla Girls utilizan el humor, datos estadísticos, y la publicidad para abordar los prejuicios inherentes a las galerías y los museos.
Coyne y Grove produjeron dos fotografías para cada integrante del colectivo original: una de la Guerilla Girl como su alias – una artista que no fue reconocida en el canon histórico del arte; y otra de ella sin máscara en su propio taller. Las impresiones que se muestran aquí son la primera parte de dos pares, pero las segundas fotografías sin máscara solo se publicarán después de sus muertes.
Textos de acompañamiento de Ann Wilson Lloyd
Alias Elizabeth Louise Vigée Le Brun
Soy Elizabeth Louise Vigée Le Brun. Nací en París en 1755 y, aunque mi única formación formal fue en el arte infantil de pintar abanicos por parte de mi padre (que murió cuando yo tenía 12 años), a los 15 años me convertí en una retratista muy solicitada y tuve mi propio estudio. Mis cuadros me reportaban unos honorarios muy elevados – de los que me libraron tanto mi padrastro como mi marido. Los hombres dominaban el mundo del arte parisino (plus ça change, n’est pas?) y sus celos por mi éxito eran una plaga constante. No obstante, viví una vida excepcional y excepcionalmente larga, convirtiéndome en retratista de la corte de María Antonieta a los 23 años. Cuando la corte francesa estaba perdiendo favor, huí de Francia con mi pequeña hija y seguí pintando retratos de la realeza en Italia, San Petersburgo, y Prusia. Fui una de las pocas mujeres incluidas en las sociedades académicas de arte de varios países, y mi talento era demandado por la élite de toda Europa.
Cuando morí en 1842, había producido una obra de más de 660 retratos y 200 paisajes. Hoy, con obras en museos como el Hermitage, la Galería nacional de Londres, y el Louvre, a veces me pregunto por qué tardó casi 150 años en que me dieran una retrospectiva en los Estados Unidos (¿y por qué, s’il vous plait, su Museo Metropolitano considera necesario promocionarla como “una mujer artista en la Francia revolucionaria?”).
No importa. En 1985 renací como una de las Guerrilla Girls, un colectivo sumamente simpático (aunque tal vez carente de la elegancia de mis antiguos círculos de la corte). Trabajé diligentemente con ellas hasta 1995. Mi trabajo principal era la correspondencia, que podía hacer sola por la noche después de terminar mis propias sesiones de pintura. Y mi antigua habilidad para mantenerme a mí misma y a mi hija me convirtió en una persona natural para convertirme en la primera banquera de las Girls – aunque abrir una cuenta para una sociedad secreta puso a prueba mi ingenio. Naturalmente, el funcionario del banco me preguntó qué era esa organización de las Guerrilla Girls. Presa del pánico, le dije bruscamente: “Una liga de boliche para mujeres”. Sinceramente interesado, me preguntó: “¿Dónde juegan?”. ¡Por desgracia, yo no sabía nada sobre los boliches de la ciudad de Nueva York! Disimulé torpemente: “Somos un grupo disfuncional, queremos jugar al boliche, pero tenemos miedo, así que nos reunimos y socializamos. Esperamos encontrar pronto nuestro camino”. Hubo miradas extrañas, pero obtuvimos la cuenta. Y luego, ¿cómo firmar los cheques? Reticente a utilizar mi propia firma, al principio usé nombres del mundo del arte con aceptación, como Marian Goodman, Leo Castelli, Roberta Smith y Paula Cooper. Esto también causó problemas. Una noche, tarde, mientras pegábamos carteles en West Broadway con otras dos Girls, nos arrestaron. Asustada, pero convocando mis encantos del viejo mundo, le expliqué al oficial nuestra causa de vengar a las artistas olvidadas que tenían tan pocas exposiciones en galerías o museos. Se detuvo, nos dejó bajar del coche de policía y nos dio este consejo: “Miren, señoras, si se quitan esas horribles máscaras de gorila, ¡quizás tengan una oportunidad!”
Alias Remedios Varo
Soy Remedios Varo. Nací en España en 1908 y estudié en la misma Academia de bellas artes de Madrid que Salvador Dalí. Para escapar de las limitaciones familiares, me casé con un compañero de estudios. Huimos de España a París durante la guerra civil, donde me hice miembro del círculo surrealista de André Breton, participé en exposiciones surrealistas internacionales en París y Ámsterdam, y contribuí en importantes publicaciones surrealistas en colaboración.
La guerra intervino de nuevo en 1941, cuando la ocupación nazi de París me obligó a refugiarme en la Ciudad de México, con mi segundo marido, un poeta surrealista. Allí nos unimos a otros intelectuales europeos, y la cultura católica mística mexicana y el arte y mitos precolombinos enriquecieron aún más mi obra. Hacía tiempo que me daba cuenta de que el surrealismo, que adoptaba el papel tradicional de la mujer como musa u objeto, nunca había empoderado abiertamente a las mujeres artistas. Yo lo contrarrestaba representando a la mujer en mis obras como heroína activa, figura de poder, y creadora. Sin embargo, me veía obligada a dedicarme al arte comercial para ganarme la vida. El surrealismo todavía no era apreciado en México y pasaron años de subsistencia antes de triunfar. Mi última pareja, Walter Gruen, otro exiliado, fue mi más ardiente apoyo, lo que me permitió por fin centrarme en mi pintura.
En 1956 realicé mi primera exposición individual en una galería en la Ciudad de México y fue tan bien recibida que los coleccionistas se pusieron en listas de espera. Hasta Diego Rivera se convirtió en un fan. En los años siguientes, mis exposiciones posteriores tuvieron el mismo éxito, pero, lamentablemente, morí repentinamente en 1963, justo cuando mi carrera finalmente había comenzado.
El animismo y el misterio que informan mis pinturas, así como el espíritu de colaboración surrealista, hicieron que fuera una persona natural para ayudar a fundar Guerrilla Girls. Después de todo, ¡no hay un “corps” más exquisito que nuestra surrealista liga de mujeres! A finales de 1984, después de una conferencia en la New School, Frida Kahlo, Lyubov Popova, y yo hablamos de formar un sindicato de mujeres para protestar la forma en que los museos y las galerías ignoraban a las mujeres artistas. Reunimos a algunas amigas en 1985 y se nos ocurrió la idea de las Girls.
Con mis habilidades lingüísticas era perfecta para hacer investigaciones telefónicas. Llamaba a galerías y museos y, sonando como una sofisticada coleccionista europea, indagaba sobre qué artistas se habían expuesto en los últimos años. De esta manera contabilizamos las tristes cifras de las exposiciones reales de mujeres. Hacer carteles era un trabajo complicado, y al final de aquellas frías noches de invierno teníamos pasta de trigo por todos lados, pero sentí que nuestro trabajo era digno del arte interpretativo más serio. En homenaje a nuestras maravillosas máscaras, me puse un elegante mono verde. Después todos fuimos a casa de Popova a tomar chocolate. En 1986, después de que las Guerrilla Girls habían tenido un comienzo tan bueno, me retiré de ellas y regresé a México, donde mis pinturas aún son muy valoradas, aunque poco conocidas en otros lugares. ¡Imagínense, sin embargo, mi alegría cuando Madonna se basó en mi pintura Los amantes para su video musical Bedtime Story de 1995!
Angela Fraleigh
Estadounidense, nacida 1976
Y luego caminaremos justo hasta el sol, 2016
Óleo, acrílico, y marcador sobre lienzo
(2019.11)
El canon histórico-artístico suele retratar a las mujeres como figuras unidimensionales a las que desear, como víctimas de la violencia o como decoración pasiva de fondo. La artista de Allentown Angela Fraleigh rescata a estas mujeres de los márgenes de respetadas obras históricas, dándoles nueva vida en sus monumentales pinturas.
En And then we’ll walk right up to the sun, Fraleigh extrae figuras de dos cuadros del artista francés del siglo XIX Jean-Léon Gérôme, conocido por sus imágenes que afirmaban las fantasías occidentales sobre Oriente Próximo como lugar de sensualidad, violencia y sumisión. Mientras que Gérôme utilizaba a estas mujeres como modelos de sujetos blancos, Fraleigh las convierte en el centro de su composición. Su obra nos anima a explorar su capacidad de acción y su posible subversión: si los protagonistas blancos desaparecen de escena, ¿qué podrían hacer ellas?
Una historia de tres textiles
Estos tres textiles comparten una inspiración común: un dibujo o pintura del artista británico John Russell, que representa a sus hijas alimentando gallinas. La obra original de Russell se reprodujo como una impresión (izquierda), lo que permitió que esta imagen circulara ampliamente.
Una copia de esta impresión llegó a manos del artista de Filadelfia Samuel Folwell, cuya esposa dirigía una reconocida escuela para señoritas. Él incorporó una interpretación fiel de la escena de Russell en su diseño para el gran bordado enmarcado en la pared a su izquierda, que luego fue cosido por la estudiante Ann Hutchinson.
Por otro lado, el diseñador de la tela estampada azul ofrece una interpretación más libre de la escena de Russell, que aparece aquí debajo de una palmera. También notará Ud. que este textil invierte la composición de Russell: el diseñador no corrigió el proceso de impresión, que invierte los diseños de izquierda a derecha.
El pequeño bordado detrás de Ud. replica fielmente la escena de la tela estampada y a la misma escala, lo que significa que su diseño puede haber sido en realidad calcado de la tela. Los textiles de moda importados de Gran Bretaña, como este, podían ofrecer imágenes atractivas para la costura de las niñas, especialmente en las escuelas que carecían de acceso a un artista como Folwell.
Peltro William Tomkins (británico, 1759–1840) según John Russell (británico, 1745–1806), Niños alimentando gallinas, 1788, puntillismo con aguafuerte. Colección del Museo británico (1917,1208.2421)
Ann Hutchinson, con Samuel Folwell
Estadounidense, 1789–1848 y estadounidense, 1764–1813
Los pequeños aldeanos, 1806
Satén de seda con satén de seda, bordados de puntada recta y continua y pintura a mano
Británico
Panel, ca. principios de 1800
Tejido liso de algodón estampado
Estadounidense
Los pequeños aldeanos,
1805–10
Seda, con satén de seda, nudo francés, y bordado de puntada de tallo y pintura a mano
Iman Raad
Iraní, nacido 1979
Hasta que apenas vemos, 2019
Pátinas y serigrafía sobre cobre,
edición: 35
Imprenta: Pedro Barbeito and Jase Clark, Experimental Printmaking Institute, Easton, PA
Editorial: Experimental Printmaking Institute, Easton, PA
(2019.12)
Un pájaro reflejado prolifera como una falla digital en Hasta que apenas veamos, evocando tanto las pinturas de la naturaleza del sur de Asia del siglo XVII como la cultura visual mediada tecnológicamente del siglo XXI. Iman Raad ha explicado que estas obras “evolucionaron principalmente después de mi migración a los Estados Unidos. Viviendo una vida híbrida … he experimentado una comunicación tartamudeante con, y una comprensión destrozada de mi entorno y de mí mismo a los ojos de otros.”